PONIENTE
Óleo sobre tela 150x93 cm
En una etapa de mi vida necesité llevar al lienzo las escenas que veía al navegar.
Fue un impulso inevitable, como si el horizonte me llamara a capturarlo. Poniente nació de esa necesidad: plasmar la luz cambiante, la brisa y el instante preciso en que el sol se despide sobre el río.
Este cuadro es un reflejo de esa búsqueda. Lo pinté de pie, con movimientos amplios, dejando que los trazos de mi espátula fluyeran como el agua, y que los colores reflejaran la serenidad de ese último resplandor.
Quise que quien lo observe sienta la brisa, el silencio y la profunda paz de esa escena.
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