PUERTO SEGURO. Óleo sobre tela 93x93 cm. (ver obra)
Dicen que los barcos fueron diseñados para navegar, no para estar en un puerto.
Sin embargo, lo más lindo de irse de viaje, además de las aventuras inolvidables que vivimos, es saber que vamos a volver a casa.
A nuestro puerto seguro.
Es como volver al seno materno. Un lugar cálido, familiar, amable.
Ordenamos nuestro barco, preparamos una comida marinera, y entre copas y estrellas nos ponemos a filosofar sobre la vida misma.
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